En lo alto de los picos se instala un buzón, conocido como buzón de cumbres, en el que las personas que llegan a la cima dejan una tarjeta. Esta tarjeta en realidad, es una versión reducida del libro de cumbre y se la conoce como tarjeta de cumbre. En ella se suelen indicar datos relativos a la actividad realizada, como son la fecha, los integrantes, las condiciones meteorológicas,... sin olvidar los datos de contacto, para que las siguientes personas en llegar al buzón, puedan recoger esa tarjeta y enviarla por correo o entregarla en mano a sus dueños. Eso sí, antes de marchar, dejarán propia tarjeta a la espera de que alguien más la recoja y se la envíe a ellos.